Historia
La primera referencia escrita en la que se mencionan toros en la Vega aparece en el año 1534 en el libro de la Cofradía del Santísimo Sacramento de Santiago Apóstol de Tordesillas, en el que se lee: "tubo sus festexos de toros, con dos toros por la mañana a la Vega y seis por la tarde".1
De 1966 a 1970 el festejo quedó reducido a un simple encierro. En 1954, tras la difusión en el No-Do de unas impactantes imágenes del espectáculo que sensibilizaron a destacados colectivos y personalidades comprometidos con la defensa de los animales, se inició una polémica que duraría años. A partir de 1956, la Asociación contra la Crueldad en los Espectáculos (ACCE), la Sociedad Protectora de Animales y Plantas, algunos medios de comunicación y el ministro plenipotenciario y jefe de Información del Ministerio de Asuntos Exteriores, Carlos Arcos y Cuadra, emprendieron una campaña a favor de la suspensión del Toro de la Vega. En 1966, a cambio de no suspender el espectáculo, una decisión del gobierno de Francisco Franco prohibió el rejoneo del toro en campo abierto para darle muerte. En 1970, bajo la influencia de personalidades comoGregorio Marañón, presidente de las Semanas Internacionales del Toro de Lidia de Salamanca, y Antolín de Santiago Juárez, subdirector general de Cultura Popular y Espectáculos, y debido a las presiones de los aficionados y de las autoridades locales, se volvió a autorizar el torneo en su modalidad «tradicional», a saber, acabando con la vida del toro.
Funcionamiento del torneo
El torneo estriba en la suerte de medir las fuerzas entre un hombre y un toro de lidia sin despuntar, de entre 500 y 600 kg de peso y entre 4 y 7 años de edad. Según la normativa del torneo nadie puede molestar al toro, ni antes de entrar, ni después de salir de los límites. Si el toro logra rebasar los límites sin que el torneante le haya alcanzado, se le dará como vencedor del torneo. El torneo se debe celebrar en campo raso, estando prohibido cualquier tipo de vehículo; y que ambos, toro y torneante, deben estar en las siguientes condiciones: el toro únicamente con sus defensas naturales, y el torneante, bien a pie o a caballo, provisto de una lanza.
Antes de llegar a la vega donde se desarrollará el torneo, el toro es soltado cerca de la plaza mayor del pueblo y corre escoltado por la multitud, bajando por la calle del Empedrado hasta el puente sobre el Duero. Pasado el puente, alcanza la zona del Cristo de las Batallas donde centenares de corredores tratan de citarlo y recortarlo. Allí le esperan los caballistas (fueron 500 en 2011) para proseguir con el recorrido hasta el Campo del Honor, zona donde comienza el torneo y el toro puede ser alanceado según la reglamentación. El alanceado consiste en hundirle una lanza en el costado hasta la muerte.
Si el toro sobrepasará los limites del torneo el toro será indultado, como ya ocurrió en dos ocasiones en los años 90]. Pero en el torneo de 2012, el toro fue herido por un lancero a pie dentro de los límites establecidos, y salió del perímetro permitido para ser rematado por dos caballistas que le lancearon. Por este motivo, el torneo se declaró nulo ya que la ordenanza del Toro de la Vega establece que el animal no puede ser perseguido en huída ni lanceado fuera de los límites
Ordenanza
El Pleno de la Corporación Municipal de Tordesillas aprobó, el 17 de julio de 1999, las Bases reguladoras del desarrollo del Inmemorial Torneo del Toro de la Vega, adaptándolas al Reglamento de Espectáculos Taurino Populares aprobado por la Junta de Castilla y León mediante Decreto 14/1999 de 8 de febrero, por lo que el desarrollo del Torneo se realiza al amparo de unas Ordenanzas, Normas o Reglas acordes con dicho Reglamento.7
La tradición exige que la lidia se desarrolle según determinados cánones, y éstos han sido recopilados y actualizados por el Ayuntamiento de Tordesillas, que aprobó en su día unas Ordenanzas o Normas de obligado cumplimiento para participar en el Torneo. Éstos son literalmente algunos de los artículos de dichas ordenanzas:
- Art. 28.- El alanceamiento del toro, deberá ser a cuerpo limpio, sin ningún tipo de engaño y en la salida o huida del lancero no deberá haber ninguna defensa u obstáculo artificial que beneficie al lancero para su posible cobijo.
- Art. 29. – Se intentará el orden en la lidia, respetando al primer lancero que haya osado alancear al toro. El vencedor será el que procure al toro la lanzada más certera, valiosa y grave. Siempre bajo la idea de que lo más importante es la calidad y no la gravedad de dicha lanzada.
- Art. 30. – Queda terminantemente prohibido alancear premeditadamente al toro con el fin de no matarlo, sino mermarle sus facultades físicas. Si así ocurriera, el jurado emprenderá las medidas necesarias sobre dicho lancero.
- Art. 31. – Queda terminantemente prohibido alancear al toro después de haber doblado, respetándolo así hasta su muerte.
- Art. 32.- En el lugar de la muerte habrá una persona cualificada para apuntillar al toro.
- Art. 41. – Ningún lancero sea de a pie o de a caballo deberá arrojar la lanza al toro con la intención de herirle con el fin de mermar sus facultades. Igualmente, se prohíbe a todos los torneantes arrojar piedras ni otros objetos que puedan dañar al toro. En el caso de hacerlo serían sancionados.
Capítulo II: 2º Ambos, toro y torneante, han de estar en igualdad de condiciones naturales, por lo que ningún torneante ose acudir a dicho torneo en mal estado de ánima, bien por efecto de vino u otras sustancias o procesos extraños a la buena orden, bien por otra causa que le anormalice. Y entiéndase lo mismo trasladado al toro.
Capítulo IV: 12º El que asistiere de otras partes del mundo o universo y quisiere ser torneante, tendrá derecho a ser informado muy cumplidamente; mas si su intención, Dios no lo quiera, fuera denostar e infamar este torneo, teniéndole por necio ante tal circunstancia, despídasele en mala hora.
13º Todo torneante tiene derecho a embadurnarse con sangre del toro, en el caso de que fuera muerto dicho toro. Y entiéndase esta antiquísima costumbre como símbolo de haber participado en el torneo. Y téngase buen orden en el caso.
Capítulo V: 3º Que pueda ser torneante cualquier varón o hembra del mundo y aún del Universo;
11º Que se otorgue al lancero que hay dado muerte al toro los testículos y rabo de dicho toro para que los sube dicho lancero prendidos en su lanza.
12º Una vez muerto el toro, si hubiera sucedido así, será recogido su cuerpo del palenque y tómese sangre de él, pero sea el dicho cuerpo respetado sobremanera.
Críticas y protestas
Todos los años la fiesta atrae gran interés por parte de los medios escritos y online, produciéndose manifestaciones en contra y a favor de este festejo local. Cada año aumenta el número de personas en contra de esta práctica,5 organizándose numerosos actos de protesta y recogidas de firmas (se recogieron 71.000 firmas en contra en junio de 2012) por parte de asociaciones y organizaciones como el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA), la Humane International Society — Unión Europea, Igualdad Animal , CAS International o EQUO . Coincidiendo con el torneo de 2012 el grupo parlamentario Izquierda Plural, ha resgistrado este lunes una Proposición No de Ley en el Congreso de los Diputados por la que insta al Gobierno a poner fin al torneo. Esta postura contraria se encuentra avalada no solo por lo que podría considerarse una ideología, sino también por veterinarios y biólogos así como por un creciente porcentaje de la opinión pública.
En cuanto al funcionamiento del torneo, los detractores del festejo argumentan que, lejos de existir la posibilidad de indulto o de tratarse de una lucha en "igualdad de condiciones" entre un solo hombre y un toro, se trata de un linchamiento colectivo por parte de un gran numero de personas a un animal que agoniza prolongádamente.
[editar]Declaración de fiesta de interés turístico
El Torneo del Toro de la Vega fue declarado Fiesta de interés turístico de España por Resolución de la Secretaría de Estado de Turismo de 18 de enero de 1980 (BOE de 16 de febrero). La Orden de la Consejería de Presidencia y Administración Territorial de la Junta de Castilla y León, de 7 de septiembre de 1999, lo declara Espectáculo taurino tradicional (BOCyL de 10 de septiembre).
Sin embargo, lejos de promocionar el festejo en los medios, los habitantes de Tordesillas se oponen al filmado y documentación del evento, a veces empleando la violencia y las amenazas no solo hacia activistas contrarios a la celebración, sino también hacia periodistas a priori imparciales.
Las posturas contrarias a esta celebración también existen en el extranjero. Hay fuertes críticas hacia el torneo de Tordesillas por parte de medios de diferentes países como Reino Unido, Francia, Estados Unidos y Alemania, que ven en el festejo un punto negativo para el turismo y lo califican de "truculento, sangriento e innecesario".
Fuente: Wikipedia.
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